lunes, 31 de mayo de 2010

Alegoría de la Humanidad (II)



Había una vez un amaestrador de monos que
era muy aficionado a estos animales y mantenía un gran número de ellos. Parecían entenderse mutuamente. Por supuesto tenía que apartar una porción de comida de su familia si quería alimentarlos. Pero llegó un día en que no sobraba alimento en casa y él quiso disminuir la ración de los monos. Temía sin embargo que no estuvieran de acuerdo con tal medida y decidió engañarlos:
"Os daré tres castañas cada mañana y cuatro cada tarde. ¿Será suficiente?" Todos los monos se alzaron en señal de protesta. "Bueno, bueno -dijo el amaestrador- ¿qué os parece entonces si os doy cuatro castañas por la mañana y tres por la tarde?"
Esta vez, los monos volvieron a ponerse en cuclillas, bastante satisfechos.





Cuento Chino


7 comentarios:

DaliaNegra dijo...

Toro escribió un poema.Tu has dicho allí que ya has empezado.¿te refieres al contenido del blog?¿me das una pista?
Me interesa.Un saludo***

Bramida dijo...

hola DaliaNegra :) bienvenida

"no puedes comprar la revolución.
no puedes hacer la revolución.
sólo puedes ser la revolución.
está en tu espíritu o no está en ningún sitio" (Ursula K. Le Guin)

"las revoluciones se producen en los callejones sin salida" (B. Brecht)


"yo ya empecé" puedes interpretar la frase como tú misma la hayas intuido :)


saludos ---{--{@

Alfonso Vázquez dijo...

Cierto e sque así somos: simples, torpes y manipulables
salud

TORO SALVAJE dijo...

Pobres monos.
Acabaremos comiéndonoslos.

Besos.

Bramida dijo...

pues ya sabemos :)

ni "monos"
ni "amaestradores"
ni "castañas"
...

:D


salud :))

Bramida dijo...

Toro :)


...en pepitoria


bs

TORO SALVAJE dijo...

O crudos que la cosa está muy mal.

Besos.