Un león sediento se detuvo junto a un lago para beber. Vio su rostro reflejado en el agua y pensó "seguramente el lago pertenece a este león; tengo que tener mucho cuidado con él."
Se alejó pero tenía tanta sed que volvió al cabo de un rato. ¡Allí estaba otra vez! ¿Qué podía hacer? No había muchos lagos en aquel lugar. Retrocedió. Minutos después volvió a intentarlo y al verlo de nuevo abrió sus fauces en actitud de amenaza, pero el otro repitió el gesto. Entonces sintió terror. Salió corriendo, volvió varias veces, aunque siempre huía espantado...
Como la sed era cada vez mayor, decidió beber agua del lago ocurriera lo que ocurriera. Así lo hizo.
Al meter la cabeza en las aguas, el otro león desapareció.
Cuento africano
Fuente: Internet
Imagen: Caravaggio
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6 comentarios:
Es lo que tiene el miedo.
es lo que tiene :)
El cuento no dice nada de si un cocodrilo le mordió la cabeza?
Espero que no.
Besos.
sería interesante contar esa parte de la historia :)
¿te atreves? :D
besos
Es que a veces no somos conscientes del miedo que damos, que nos damos miedo hasta a nosotros mismos.
bienvenido :) Babilonio
pase, pase sin temor :D
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