sábado, 27 de diciembre de 2008

Deseos








Palabras de Eduardo Galeano
para una reflexión...navideña

.

jueves, 25 de diciembre de 2008

Je Me Souviens



Quiero adoptar una gamba
comprar ensaladeras negras en ikea
llenarlas de agua embotellada -no sé qué marca elegir-
funcionales bandejas donde poder criarla:
ver sus patitas crecer hacerse
crustáceo. ¿Querrá ser camarón o langostino?
Será una gamba blanca...pero
la querría igual
si me saliera carabinero o kamikaze
e impasible se arrojara
al Guadiamar





Bramida. Cena navideña y lapsus.




domingo, 21 de diciembre de 2008

Instantánea (I)


Yo lo vi. Era verano. Hacía calor. Aquella excursión a Moguer les había abierto el apetito. La Mery le pidió al Jimy que le afeitara el altramuz. Convenciéndolo de que eso era algo muy erótico, eligieron la habitación más apartada de la casa y ni cortos ni perezosos saltaron a una de las camas, ella tendida patas arriba, semidesnuda, y él escorado entre sus muslos con todos los aperos de labranza. El nabo -hay que decirlo- ya le llegaba al desconchado techo cuando de repente y sin avisar entró en la habitación un tío del Jimy -escalera de metal en mano- "porque, joder, ahora mismito iba a pintar las paredes de este cuarto."
Con los nervios, el Jimy le dejó a la Mery el higo como un tablero de ajedrez: mitad blanco, mitad negro. Casi se ahogan en su propia risa.



Bramida. Cien Instantáneas Reales Eróticas

domingo, 7 de diciembre de 2008

Punto de Inflexión



Mientras me riñen

por coger el girasol,

yo miro la flor


Koizumi Toshiharu


P.D.: y...esa actitud

en este bajo mundo

pasa factura





http://www.youtube.com/watch?v=qp9dc9im3-M





miércoles, 19 de noviembre de 2008

Geografías


Fotografiar en noviembre una playa repleta de connotaciones emotivas es un placer en el cual no me importa reincidir. Para ello no tuve que ir muy lejos. Cuanto más cercana la geografía más distante la memoria. Una mirada de soslayo al faro imponente que observaba sabio, desafiando al cielo y a la tierra, el devenir del mar. A ese mar me asomé, dispuesta a absorber el latido de su haz: risa lunar, hálito de luz, deseo, reflejo o llanto solar...me vi -de niña- haciendo castillos en la arena y sonreí.







http://www.youtube.com/watch?v=q3V-JG_XbrA&feature=related


domingo, 16 de noviembre de 2008

I Never Saw the Morning...

Tom Waits




San Diego Serenade


I never saw the morning 'til I stayed up all night
I never saw the sunshine 'til you turned out the light
I never saw my hometown until I stayed away too long
I never heard the melody, until I needed a song.

I never saw the white line, 'til I was leaving you behind
I never knew I needed you 'til I was caught up in a bind
I never spoke 'I love you' 'til I cursed you in vain,
I never felt my heartstrings until I nearly went insane.

I never saw the east coast 'til I move to the west
I never saw the moonlight until it shone off your breast
I never saw your heart 'til someone tried to steal, tried to steal it away
I never saw your tears until they rolled down your face.




http://es.youtube.com/watch?v=bku4G-PSyH8




miércoles, 12 de noviembre de 2008

Pedagogía

Ejercicio 1


Llena el espacio vacío con la palabra adecuada.



1) Buenos adecuados, ¿qué desea?

2) La adecuada azul me gusta.

3) Adecuada es una ciudad hermosa.

4) Prefiero adecuadar música clásica.

5) ¿Me adecuadas esta tarde?

6) Mañana adecuadamos a Madrid.

7) Nosotros bebemos zumo de adecuada.

8) Yo me adecuado Hans.

9) ¿Qué adecuada es? Son las adecuadas en punto.

10) Antoine es francés y Mary es adecuada.



Ejercicio 2


Mira la imagen.

Elige una de las dos opciones:

1) Descubre el gazapo. Razona tu respuesta.

2) Comentario de texto.







...





Bramida. Anécdotas ELE.





domingo, 9 de noviembre de 2008

Espiral


Sucedió
al terminar la carrera –Filología- de repente perdí el deseo por la lectura, el estudio, la escritura...Entre otras cosas estaba saturada, necesitaba distanciarme de todos los datos que había asimilado. Mi cuerpo me pedía a voz en grito que volviera a revolcarme en las arenas movedizas del vacío. La tierra –la de verdad- me reclamaba. Me alejé de la academia, seguí ciegamente el movimiento constante y tornadizo de la espiral: logrado un punto, alejarme, dando vueltas alrededor de él...Y ocurrió algo. Un día me levanté para llenar la habitación de papeles, pinturas y lápices, involucioné, empecé a pintar –como cuando era niña- me senté junto a una ventana frente a un tablero –necesitaba luz natural- me olvidé del ritmo cotidiano que imponían los medios y descuidé también el “y ahora qué” que seguía a la rutina de la consecución y la limitación de un título. El resultado de aquel repentino desapego por el mundo se tradujo en más de trescientas acuarelas de pequeño formato, todas ellas vertebradas a la manera de puzzle simbólico. Algún tiempo después descubrí que reflejaban un lenguaje premonitorio: no solo conectaban con lo más profundo de mi ser, también revelaban algo que ocurriría. La intuición se abrió camino a través del color pero mis sentidos aún estaban embotados; pintaba pintaba pintaba perdida la noción del tiempo y el espacio aunque solo alcanzaba a ver una pequeña porción de realidad fragmentada en aquellas dosis de color que clamaban por una interpretación circular. La muerte y la vida, la destrucción o la creación -de ello podría hablar en otro momento si el ánimo me lo permitiera-. Y no solo eso. Me enfrentaba a una vocación. Una vocación extraviada. ¿En qué momento renuncié a pintar? Pero también ¿en qué momento dejé de escribir? ¿Por qué renuncié a interpretar? ¿Por qué escoger? ¿Para qué avenirse...?
He oído hablar muchas veces de lo que se conoce como error existencial cuando se elige un camino en la vida y de las repercusiones que ello puede traer consigo. Reflexiono y me digo “estoy sin rumbo.” Sigo pasmada dando vueltas en el vórtice de este inmenso remolino que es la existencia, observando y actuando, víctima muchas veces de ese pensamiento que alguna vez a todos nos acecha: "cuanto más huyes del objetivo más te acercas a él”. En cualquier caso, un pensamiento alentador. No pocas veces tememos elegir lo que debemos, así que por muchas vueltas que demos para evitarlo ahí estará el bucle vital para recordárnoslo. Eso y que la vida es




Serie "Espirales". Bramida



http://es.youtube.com/watch?v=0VWjkvw70wU



sábado, 1 de noviembre de 2008

¿Don Juan?


Juan

mira el jugo resbalar por mi boca y caer,

llega el momento en que la tierra se hace néctar

las piedras y las flores líquido vergel

y todas las aristas que la habitan

miel.

Cuanto veo en tu mirada

es la fruta carnal que te provoca:

tú me engulles hacia adentro

y el sabor de la fruta ya no evoca a

la naranja. Es...

nuestra boca.


Bramida. Letras Púberes.



Un buen incentivo para visitar alguna vez el baúl de los recuerdos manuscritos es descubrirse a uno mismo farfullando en voz baja: “¿pero así era yo? ¿esto escribí? ¿dije eso? ¿hice aquello? ¿y esa foto? uh, uh esto lo rompo...” Conscientes de que nuestro ser algo ha permutado. Viene al caso el poema con el que encabezo el post y al que ahora titularía sin miramientos “Catálogo” no por evocar el valor de la fruta sino como claro homenaje al Leporello de la ópera, que cantó las conquistas de su señor Don Giovanni como si contara las longanizas de una interminable ristra. Y se quedó tan pancho. Pero no fue el único que lo hizo –o eso pensaba yo mientras leía algunas páginas de mi diario adolescente- pues mentiría si dijera que jamás participé en la elaboración de semejantes listas, aunque no pretendo publicar extractos. El donjuanismo en nuestra especie y desde unos días acá, lejos de ser antídoto contra la predestinación -o tapadera de alguna que otra orientación sexual reprimida- no es más que un montón de hormonas revueltas y malamente encauzadas. No simplifico. Porque acercarse al mito desde la perspectiva de hoy -y en esto da igual cogerse a un Tirso, un da Ponte, un Moliére, un Richardson, un Laclos, Zorrilla, Dumas, Goldoni, Gasset o Marañón...- cualquiera que levantara la cabeza ahora pensaría: “¿Miré -en verdad- los muros de la patria mia? ¿Tan gloriosamente ardieron nuestras médulas...? Que aunque gozar del engañar, penar por enredar, desencantar o ser estafado es cosa al parecer universal, la manifestación del deseo oscila y cambia con el paso del tiempo y el cambio de lugar. Ni que decir tiene si entramos en el discurso del poder y la erótica...con la Iglesia hemos topado -mas no solo con la Iglesia-. Si medio mundo carece de internet el otro medio copula o fornica virtualmente –lo real no se estila tanto- con premeditación, alevosía, ventaja... y el catálogo de antaño se transmuta hoy en realidad virtual manipulable a placer, sin coerción legal, como mandan los cánones del bit. Todo vale. Todo es posible. Todo lo que hay en la mente existe y navega rápido. Casi tenemos a un tiro de piedra alcanzar el don de la ubicuidad –no confundamos con simultaneidad-. Por tanto habrá que moldear el arquetipo si queremos seguir beneficiándonos de él. ¿Quién es Don Juan ahora? ¿A quién representa? ¿Quién se identifica? ¿Qué proclama? ¿Realmante interesan los catálogos de conquista que no sean juegos virtuales de invasiones públicas y notorias?¿Acaso sigue el sexo unido a la idea de culpabilidad? ¿Se comprende bien lo que es el statu quo? ¿Corremos el riesgo de sufrir la descatalogación de un clásico? La ambigüedad de la última frase sugiere una respuesta binaria. Yo entretanto sigo reflexionando sobre el donjuán que llevo dentro, cierro el baúl y escucho el aria.




http://es.youtube.com/watch?v=J_5qv1Svitw



domingo, 26 de octubre de 2008

Voz

Curioso. Ando metida en un Curso -magnífico- de Doblaje y en ello noto que he envejecido ¿para bien?. Me explico. Si hace años cuando estudiaba Arte Dramático me ponía de mal humor que me obligaran a hablar “en castellano” para construir un personaje –sacado normalmente de una obra lorquiana hasta la médula- ahora me importa un bledo. Supongo que será porque he ido reuniendo la técnica suficiente –no decir corasón donde debo decir corazón, decir las aguas y no lah aguah, excelente pero no eselente, ecelente o ehelente...-. Ya me entienden. No obstante entonces me costó más de un disgusto porque claro, yo no quería trastocar el habla, máxime si desde la impericia, el desconocimiento y el complejo de inferioridad –ahora ya se ven menos actrices andaluzas haciendo siempre de chachas por mor de la lengua- me sentía en la obligación de defender el sonido andaluz en las tablas. Pues bien, superadas tales tribulaciones vengo a parar –como decía al principio- a un curso de doblaje donde lo primero que obligan es a construir la voz –el personaje- desde tan ta ta chaaannnnn “el castellano”. No dije una palabra –ni siquiera me atreví a susurrar “¿castellano? pero de dónde, de dónde....”- Cuál no sería mi sorpresa al descubrir que podía hablar perfectamente el estándar neutro y comprender que este negocio es así y si se quiere currar en ello habrá que dominar el idioma. Afortunadamente he podido comprobar todo el camino que llevo recorrido en cuanto a recursos de dicción, proyección, entonación, interpretación y reflejos, algo que claramente le debo no tanto a la carrera de Arte Dramático como a la docencia. No hay nada como un aula –sobre todo si se imparten clases de ELE- para desplegar, descubrir o perfeccionar todas las habilidades de un histrión. Llévense unos meses dando clases de español para iniciales y acabarán pronunciando el castellano tal y como se lo imponen en los medios: alto, obvio, ni seseos ni ceceos ni aspiraciones –eso sí, embrutecido hasta decir basta-. Solo hay algo que sigo echando de menos –en el teatro, en el aula, en el doblaje...-. Si cambias la dicción alteras la voz y por ende al personaje. No es igual un discurso construido desde tu voz a construirlo desde la voz que se te impone. Que se puede hacer, por supuesto. Que es lo que normalmente se hace por estos lares del sur, también. Pero hagan la prueba. Intenten decir en castellano -de Valladolid, por ejemplo- cualquier texto. O intenten este otro. A ver qué les sale. El alma seguro que no.

Quisiera estar solo en el sur

Luis Cernuda

Quizá mis lentos ojos no verán más el sur
de ligeros paisajes dormidos en el aire,
con cuerpos a la sombra de ramas como flores
o huyendo en un galope de caballos furiosos.


El sur es un desierto que llora mientras canta,
y esa voz no se extingue como pájaro muerto;
hacia el mar encamina sus deseos amargos
abriendo un eco débil que vive lentamente.


En el sur tan distante quiero estar confundido.
La lluvia allí no es más que una rosa entreabierta;
su niebla misma ríe, risa blanca en el viento.
Su oscuridad, su luz son bellezas iguales.



sábado, 25 de octubre de 2008

Heterónimos


Sí. Lo reconozco. Soy viajera. Mi vida está llena. He vaciado la taza muchas veces, he vivido en el desierto -cinco años en un pueblo minero apartado de la urbe, no piensen en pirámides ni en doradas dunas-. He luchado contra la muerte. Tantas veces me han herido como haya herido yo. La ignorancia y su camino me han conducido por inciertos y terribles derroteros -es más, no creo que la experiencia te haga sabio-. Tropecé mil veces con la misma piedra, sucumbí de amor en mi primer viaje iniciático, mordí el polvo, me sentí villana, lo fuí -aunque el tiempo y la perspectiva me dieron la razón después-. No importa. Evocar es anhelar también. Deseamos lo que no queremos y lo que queremos tener: un buen recuerdo que estimule nuestra memoria, como una tarde apacible en un puerto -Lisboa- billete en mano, tal vez de aquel tranvía blanco y amarillo. Unas mochilas llenas de conservas -atún, sardinas, mejillones- unos cuantos escudos, la cámara compacta que sirvió de trueque para poder volver a cruzar el rio...
Y ambivalencia. Mucha, al sentir. Más aún si el azar te conduce al mismo lugar para volver a amar a otras personas, como pintar en un lienzo sobre el que ya hubieras pintado antes y sin embargo tener la certeza de que esa vida que vives engastada en otras vidas es única e irrepetible.
Comprendo ahora al mirar esta foto lo que el poeta dijo: "No tengas nada en las manos...Al sol siéntate. Y abdica, para ser rey de tí mismo."


Imagen: Lisboa, 1989.


viernes, 24 de octubre de 2008

Neoanalfabetismo



Voy a copiar aquí un texto de Jorge Luis Borges. Hace unos dias recibí un correo que decía: "no entiendo el poema". Sorprendida ante el deseo imposible de echar mano a un cálido face to face reenvié : "léelo muchas veces."

Los Justos

Un hombre que cultiva un jardín, como quería Voltaire.
El que agradece que en la tierra haya música.
El que descubre con placer una etimología.
Dos empleados que en un café del Sur juegan un silencioso ajedrez.
El ceramista que premedita un color y una forma.
Un tipógrafo que compone bien esta página, que tal vez no le agrada.
Una mujer y un hombre que leen los tercetos finales de cierto canto.
El que acaricia a un animal dormido.
El que justifica o quiere justificar un mal que le han hecho.
El que agradece que en la tierra haya Stevenson.
El que prefiere que los otros tengan razón.
Esas personas, que se ignoran, están salvando el mundo.


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jueves, 23 de octubre de 2008

Piratas




Que levante la mano quien no haya sido pirata por los mares de internet. Hace poco vi una película en casa, de esas que nunca programa la televisión y pensé: "menos mal que puedo ver el cine que deseo". Lo mismo ocurre con la música y los conciertos. ¿Qué medio va a satisfacerme cuando quiera oir a un clásico -contemporáneo o no-? ¿Y la música de los desconocidos?
Los que ya han nacido bajándose archivos del ordenador ni se lo cuestionan, para ellos la palabra
"piratear" tiene otro sentido: compartir. Algo que para el Establishment -económico- no deja de ser una blasfemia. Como no me apetece entrar en polémicas sobre cuestiones que podrían dirimirse desde el sentido común, predicaré con el ejemplo y seguiré releyendo El libro de los Abrazos en formato pdf...
Ahora díganme, con la mano en el corazón, ¿quiénes son
los nadies...?


P.D.: "...es mi barco mi tesoro..."



martes, 21 de octubre de 2008

La Barrera Diacrítica





Estoy leyendo un libro que
deseo compartir con vosotros: Teoría de los Sentimientos, de Carlos Castilla del Pino. Al autor lo conocí a través de otro libro suyo -Cuatro ensayos sobre la mujer- hace más de veinte años, de la mano de un protonovio -entonces estudiante de Biología- que quería convertirme en mujer libre con un solo abrir y cerrar de páginas. Pero a lo que iba. No por muy obvio que parezca el asunto deja de ser interesante leer sobre un tema, si este atañe; me refiero a los sentimientos, a la barrera diacrítica: la que separa el mundo interior del mundo exterior. Lo que somos y lo que no somos. Lo mío y lo no-mío.
Cuanto sentimos tiene que ver con nuestra proyección hacia los objetos que queremos poseer, ya sean personas, animales, cosas... Por tanto al querer o rechazar algo estamos queriéndonos o rechazándonos a nosotros mismos. O ambas cosas simultáneamente. Pero no pretendo extenderme más. Ahí está el ensayo. Creo que puede ser una obra necesaria para comprender más y mejor la convivencia.







Imagen: El Jardín de las Delicias. Tríptico cerrado.