Al son de la trompeta los gitanos y la cabra eran los reyes de la calle hasta la última nota y cuando los súbditos de mirada encandilada echaban algunas monedas sobre el pañuelo extendido aparecía majestuoso de entre las sombras el respetado patriarca descubriendo una sonrisa donde brillaban al sol las joyas de la corona.
4 comentarios:
Al final, la vida es espectáculo, no cuenta lo que haces, sino cómo lo haces.
ESTAMPA REAL.
Al son de la trompeta
los gitanos y la cabra
eran los reyes de la calle
hasta la última nota
y cuando los súbditos
de mirada encandilada
echaban algunas monedas
sobre el pañuelo extendido
aparecía majestuoso
de entre las sombras
el respetado patriarca
descubriendo una sonrisa
donde brillaban al sol
las joyas de la corona.
Besos.
toro :) bonito poema
esa metáfora final te concede las llaves de las puertas del parnaso :D
bs
Alfonso :)
lo que haces cuenta
:)
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